Las clases de Karate tradicional enfatizan
en el niño la autodisciplina, el respeto
a sí mismo y a los demás, es por esto
que una típica clase de karate comienza
y termina con un saludo respetuoso al maestro.
Si tenemos en cuenta que el autocontrol es a menudo poco desarrollado
en los niños con TDAH, el realizar una actividad que tenga su mayor énfasis en
esta habilidad, modela comportamientos que se incorporan paulatinamente a su vida en el hogar y el ambiente escolar.
Una clase de artes marciales proporciona
un ambiente disciplinado donde el participante sabe exactamente lo se va a
hacer y que se espera de él. Y es que
ciertamente todos los niños necesitan estructura sean , TDAH o no, pero un niño con TDAH la necesita aún más para
desenvolverse en su día a día.
Con la estructura y la disciplina que el
Karate ofrece, el estudiante con TDAH puede cambiar los hábitos negativos que
ha desarrollado en comportamientos positivos, pudiendo también proporcionar a los
niños agresivos con TDAH una forma saludable de canalizar su agresión.
En esta disciplina, el niño es
recompensado de manera tangible con el sistema del avance por cintas ,por su
comportamiento positivo , en donde el aprendizaje
paulatino para el logro de la autodisciplina interior, así como el aprender a controlar y canalizar su temperamento cuando sea necesario , constituyen una base coherente de buenos modales emocionales , obtenidos a través
de una forma física con la práctica sistemática del Karate , que logra captar la atención de un niño con
TDAH , ayudándolo a canalizar su concentración para aprender ,a través de la
puesta en práctica de la Ética del Karateca , o Dojo-kum :
INTENTAR PERFECCIONAR EL CARÁCTER
SER CORRECTO, LEAL Y PUNTUAL
ESFORZARSE Y TRATAR DE SUPERARSE
RESPETAR A LOS DEMÁS
ABSTENERSE DE COMPORTAMIENTOS VIOLENTOS
SER CORRECTO, LEAL Y PUNTUAL
ESFORZARSE Y TRATAR DE SUPERARSE
RESPETAR A LOS DEMÁS
ABSTENERSE DE COMPORTAMIENTOS VIOLENTOS
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