En el abordaje psicológico
de niños observamos dos tipos de rebeldías muy habituales:
1) una rebeldía de tipo
oposicionista en la que niño cuestiona todo y canaliza su propia hostilidad y…
2) una rebeldía más pasiva en la que el niño
pierde el interés respecto de los estímulos del mundo social / escolar. Es una
rebeldía caracterizada por el aburrimiento, quizás no tan advertida por padres
y maestros, al no ser tan evidente como el oposicionismo activo.
De allí que en tratamiento de
niños en el contexto escolar nos enfrenta a una serie de fenómenos complejos,
en donde uno de ellos es el estado de aburrimiento y el vacío psíquico.
CONCEPTUALIZACIÓN DEL
ABURRIMIENTO
Para algunos autores el aburrimiento
tiene la característica propia de la tendencia anti-social, y hay quienes por
el contrario lo definen como un
ingrediente imprescindible de la vida,
planteando que es una emoción ambigua y
compleja. Otros autores definen el aburrimiento como equivalente de la depresión
en el niño, describiendo entonces al fracaso escolar como expresión de la depresión infantil y en
donde el aburrimiento es un equivalente depresivo.
El aburrimiento tiene dos
manifestaciones: una más ligada con el sentimiento de injusticia y humillación
y la otra con la vivencia de vacío psíquico. Esta última relacionada con
desajustes en las funciones ejecutivas
presentes en los procesos de simbolización y de vinculación.
Para los niños el aburrimiento viene asociado a un distorsionado
sentimiento de injusticia, en el que la actividad escolar y las rutinas de casa
son para él un “estar preso”; y como
están “presos” en una obligación que perciben como impuesta, estos niños se bloquean
frente a la situación del aprendizaje, mostrando
una conducta oposicionista pasiva frente
a sus adultos.
Estas conductas de oposición
pasiva, vienen acompañadas de sentimientos de vacío y somnolencia frente al estímulo escolar, pudiendo
vincularse también con una expresión corporal
de inquietud desmedida y necesidad de
salir del aula a destiempo.
CARACTERISTICAS DEL PROCESAMIENTO DEL ABURRIMIENTO (COMO
EXPRESIÓN DE LA REBELDÍA) EN EL CONTEXTO
ESCOLAR:
• Los niños se quedan
dormidos o su equivalente: somnolencia, apatía frente a la situación de
aprendizaje.
• Mecanismo de fuga: los
niños salen del aula constantemente.
• Tendencia a la violencia
con sus pares, provocación permanente
• Los niños arman peleas
entre sus pares porque fracasa el mecanismo de fuga.
Podríamos
pensar entonces que los niños están
aburridos por que les ha faltado un “un algo” que desde su autonomía,
independencia y autoestima, estimule el
interés para descubrir al mundo, por eso
observamos que los niños suelen despertar y enfocar rápidamente sus intereses hacia la realidad cuando a través del trabajo terapéutico
redescubren sus capacidades de autoeficacia y seguridad
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