PADRES EN POSITIVO
Ser Padres en esta epoca vertiginosa es un reto¡¡¡ Aquí comparto con ustedes, artículos y material interesante para apoyarles en este desafío cotidiano. Geraima Espinoza F.
domingo, 6 de marzo de 2016
lunes, 22 de junio de 2015
ESTABLECER LÍMITES EN LOS NIÑOS CON TDAH
Los padres de niños con TDAH tienen un panorama desafiante más no imposible, al establecer reglamentos a su comportamiento.
Es importante considerar los siguientes aspectos al momento de establecer límites:
· No sentirnos culpables de poner los límites y mucho menos de aplicar la consecuencia lógica. Esta debe reparar el daño y ser congruente con la edad. Las reglas o rutinas que se establezcan no deben confundir a los niños si la flexibilidad varía un día a otro.
· No permitir la falta de respeto y la lucha de poderes. Por tanto, evitar establecer una orden anteponiendo “Yo quiero” “Yo lo ordeno”
Es importante considerar los siguientes aspectos al momento de establecer límites:
· No sentirnos culpables de poner los límites y mucho menos de aplicar la consecuencia lógica. Esta debe reparar el daño y ser congruente con la edad. Las reglas o rutinas que se establezcan no deben confundir a los niños si la flexibilidad varía un día a otro.
· No permitir la falta de respeto y la lucha de poderes. Por tanto, evitar establecer una orden anteponiendo “Yo quiero” “Yo lo ordeno”
· No amenazar sobre “se lo voy a decir a tu padre”, “te voy a castigar” (y no lo hacemos)
· No suplicar, no pedir “por favor”, ya que se pierde la autoridad, nos ven vulnerables, débiles.
· No gritar: los mueve el miedo, la violencia genera violencia. Sin embargo, es oportuno establecer órdenes con frases cortas y precisas (ej. No es lo mismo indicar “pórtate bien” a “puedes salir a jugar de 5 a 7 de la tarde”
· Acompañar lo que digo (7%), con mi postura corporal (55%) y tono de voz (38%). Se sugiere establecer una orden enfatizando que comportamiento es el adecuado y el esperado por los padres: Ej. No es lo mismo indicar “no corras” a “cruza la calle de manera tranquila y observa ambos lados de la calle”
· No manipular: a través des la culpa. Ej. “me estas enfermando”
· No sobornar, ni chantajear.
· Establecer una consecuencia positiva o negativa al límite señalado, y aplicarla en caso de que SI o NO se cumpla respectivamente.
· Pregonar con el ejemplo. Estar calmados, hablar tranquilamente, mantener el autocontrol en las emociones.
· Dar alternativas donde el niño pueda elegir pero dentro de mis límites. Ej. Vamos a una fiesta escoge entre estos 2 vestidos.
· En la adolescencia hay que negociar pero no dejarnos ganar y perder el control y la autoridad. Esto los hace sentir que sus padres son flexibles, confiables, comprensivos y que mantienen la autoridad.
Para concluir, para los padres el establecimiento de límites sugiere considerar las expectativas sobre sus hijos como algo realista, acorde a su etapa de desarrollo y características individuales.
Es oportuno no caer en exigencias extremas pues motivan a que el niño esté en constante estrés y sentirá que no cumplen con las expectativas, consiguiendo entonces una baja autoestima.
Las rutinas conformadas por cada familia, en función de lo que va surgiendo, le fomentaran actuar de la forma más óptima ante circunstancias o problemas de la vida cotidiana.
Basado en un artículo de http://serpadres.com
· No suplicar, no pedir “por favor”, ya que se pierde la autoridad, nos ven vulnerables, débiles.
· No gritar: los mueve el miedo, la violencia genera violencia. Sin embargo, es oportuno establecer órdenes con frases cortas y precisas (ej. No es lo mismo indicar “pórtate bien” a “puedes salir a jugar de 5 a 7 de la tarde”
· Acompañar lo que digo (7%), con mi postura corporal (55%) y tono de voz (38%). Se sugiere establecer una orden enfatizando que comportamiento es el adecuado y el esperado por los padres: Ej. No es lo mismo indicar “no corras” a “cruza la calle de manera tranquila y observa ambos lados de la calle”
· No manipular: a través des la culpa. Ej. “me estas enfermando”
· No sobornar, ni chantajear.
· Establecer una consecuencia positiva o negativa al límite señalado, y aplicarla en caso de que SI o NO se cumpla respectivamente.
· Pregonar con el ejemplo. Estar calmados, hablar tranquilamente, mantener el autocontrol en las emociones.
· Dar alternativas donde el niño pueda elegir pero dentro de mis límites. Ej. Vamos a una fiesta escoge entre estos 2 vestidos.
· En la adolescencia hay que negociar pero no dejarnos ganar y perder el control y la autoridad. Esto los hace sentir que sus padres son flexibles, confiables, comprensivos y que mantienen la autoridad.
Para concluir, para los padres el establecimiento de límites sugiere considerar las expectativas sobre sus hijos como algo realista, acorde a su etapa de desarrollo y características individuales.
Es oportuno no caer en exigencias extremas pues motivan a que el niño esté en constante estrés y sentirá que no cumplen con las expectativas, consiguiendo entonces una baja autoestima.
Las rutinas conformadas por cada familia, en función de lo que va surgiendo, le fomentaran actuar de la forma más óptima ante circunstancias o problemas de la vida cotidiana.
Basado en un artículo de http://serpadres.com
miércoles, 10 de junio de 2015
Entender el TDAH es el primer paso
Entender el TDAH es el primer paso que debe dar
cualquiera que trate en su día a día con personas que lo padecen y que quiera
ayudarles.
¿Qué es el TDAH?
TDAH son las siglas del Trastorno por Déficit de Atención y/o Hiperactividad.
Y quiero empezar por esto aunque a algunos os resulte más que obvio y conocido,
por un detalle del nombre en el que no siempre nos fijamos todos. Dice “y/o
Hiperactividad” y esto supone que no toda persona con TDAH es “Hiperactiva” ni
“Inatenta”, sino que depende de los síntomas que presente el tipo de TDAH en el
que la incluyamos.
¿Y qué tipos hay?
Pues en función de los síntomas que más predominen, el TDAH
puede ser:
Con Predominio de Inatención
Con Predominio de Hiperactividad e Impulsividad
Con Existencia de ambos tipos de síntomas
¿Por qué ocurre el TDAH? ¿Cuándo empieza?
Puedo decirles sin ningún dificultad que con el TDAH se
nace en la inmensa mayoría de los casos, no se hace. Esto se debe a que el
origen del problema es una predisposición genética, es decir, que se
hereda.
Lo que se hereda es una tendencia a presentar un desarrollo
madurativo más lento de las áreas de las áreas del cerebro que controlan
la atención, la hiperactividad y la impulsividad.
Ahora saben por qué digo que Entender el TDAH es el
Primer Paso. Uno nace con unos determinados genes y estos, en función del
ambiente en que se desarrolla cada persona, pueden influir de forma muy
importante en la aparición del problema.
Esto hace que desde pequeña una persona con TDAH tenga un
funcionamiento de su cerebro y por lo tanto un comportamiento diferente al que
estamos acostumbrados. Por eso hay muchas ocasiones en la que no entendemos por
qué hacen algunas cosas o por qué se comportan de cierta manera. Como familia
de alguien con TDAH, hace falta entender cómo funciona su cerebro y cómo ve el
mundo para poder ayudarle mejor.
Pero también hay algunas situaciones graves que pueden
provocarlo. ¿Cómo es esto? Pues esto se debe a que las áreas del cerebro
implicadas en el TDAH están muy bien determinadas y se sabe que cualquier
lesión que les afecte puede provocar los síntomas de TDAH como por ejemplo una
falta de oxígeno al nacer, un traumatismo craneal grave…
¿Qué síntomas provoca?
En el TDAH pueden aparecer los síntomas descritos en las
líneas anteriores en diferentes proporciones.
Se les llama síntomas “nucleares”
El Déficit de Atención y las dificultades de
concentración es uno de los problemas principales de TDAH. En general, afecta
a la capacidad de rendimiento académico o profesional según la edad.
Aparece desde el principio aunque no siempre podamos detectarlo pronto. ¿Y por
qué es difícil de detectar? Pues porque cuando los niños son pequeños lo que
más llama la atención es la hiperactividad. Debemos tener cuidado porque cuando
aparece el Déficit de Atención sin Hiperactividad, es habitual que haya un
importante retraso en el diagnóstico y por lo tanto, consecuencias muy
negativas en el ámbito escolar.
En general estos niños son catalogados por sus
profesores y padres como niños listos pero “vagos” o “flojos”, con poca
motivación.
La Hiperactividad provoca generalmente problemas
de relaciones sociales a cualquier edad.
Cuando son pequeño son muy “intensos” en su contacto físico,
insisten mucho en sus ideas, no dejan jugar a los demás… y esto hace que los
demás e cansen con facilidad de ellos y los rechacen. No los invitan a los
cumpleaños, no quiere jugar con ellos… y esto les hace pasar mucho tiempo solos.
Esto los desmoraliza.
En los adultos la Hiperactividad es percibida como ansiedad,
inquietud y esto tampoco es bien percibido por el entorno, ya sea familiar o
profesional. La familia y en especial la pareja tienen la sensación de que
su marido o su mujer siempre está sin
parar, no se relaja y eso predispone y altera. En el trabajo la situación puede
ser insostenible.
La Impulsividad es especialmente grave en la pubertad y la
adolescencia. Todos los padres sabemos que en esta edad las cosas se ponen
complicadas con cualquier muchacho, pero con los que tienen TDAH, la cosa puede
salirse de todo parámetro.
A esa edad, la evolución sin una detección temprana y un
tratamiento precoz lleva aparejados generalmente problemas importantes en los
resultados académicos, las relaciones sociales y la relación con los padres.
Esta situación prolongada en los años mina la moral de los
chicos y les lleva a asumir su “papel” de malos estudiantes, craduras, flojos…
hasta llegar a creérselo y no plantearse que cambiarlo sea posible.
Si además esta situación
está unida a unos hábitos familiares inadecuados. Excesiva permisividad,
miedo de la familia a las reacciones del chico, ausencia de consecuencias por
las malas conductas… el Joven tiene un
importante refuerzo para mantener sus
rutinas y ninguna motivación para cambiarlas.
Esto desencadena con frecuencia en rechazo al problema y por
supuesto, el negarse al tratamiento. No quieren cambiar el “rol de
tirano” que se han ganado en estos años.
Las Comorbilidades
Además de los síntomas “nucleares”, también pueden aparecer
otros problemas añadidos, ya sean derivados de los anteriores o porque
aparezcan a la vez. A estos síntomas acompañantes se les llama “comorbilidades”
y a veces son más importantes y provocan más consecuencias que los propios
síntomas “nucleares”
– Trastornos del aprendizaje
– Trastornos de Conducta
– Trastornos del Ánimo
– Trastornos del Sueño
– Tics
– Trastorno de Coordinación
¿Cómo se diagnostica?
Pues el diagnóstico es “clínico” es decir, depende de la
pericia y experiencia del profesional que evalúa al paciente y del cumplimiento
de una serie de criterios de diagnósticos que están definidos muy claramente en
el DSM5.
El DSM5 es el Manual de Clasificación de Enfermedades que
establece los criterios necesarios para el diagnóstico de multitud de
trastornos y a través del cual debemos hacer la evaluación de nuestros
pacientes.
El resumen de todo esto es que si el profesional que le atiende
conoce bien el problema tendrá muchas más opciones de tener un diagnóstico acerado.
Por lo tanto. Seleccione bien al profesional, pida referencias, contacta con
asociaciones de familiares que te puedan informar y recomendar.
Fuente: Manuel Antonio Fernandez- Neuro Pediatra
domingo, 7 de junio de 2015
TDAH Y CÓMO DEBEN MANEJARLO LOS MAESTROS
Aproximadamente por cada 20 niños existe un alumno con Trastorno
por Déficit de Atención, de manera que todo maestro debe estar preparado para
conocer este trastorno y su manejo. Es en la escuela donde el niño puede pasar
los peores o los mejores momentos de su vida como TDAH.
La experiencia con un mal maestro puede ser devastadora para
un niño con este problema o bien una gran ventaja, por lo que si tienes un hijo
con TDAH, es importante que revises la siguiente información y se la hagas
llegar a sus maestros:
1.- El niño con Trastorno por Déficit de
Atención debe ser tratado como tal: El maestro no debe esperar que el
niño se comporte “normal”
2.- Un manejo adecuado de la situación en clase:
Básicamente consiste en manejar dos tipos de comportamientos distintos en donde
se debe diferenciar el comportamiento incorrecto deliberado del problema de hiperactividad
y distracción que en ocasiones escapan del control del niño, y no deben sancionarse.
Es aquí donde las habilidades pedagógicas del maestro deben hacerse notar.
3.-Prevención de problemas: Para ayudarlo
a controlar la hiperactividad se puede poner al niño a hacer tareas
motoras dentro del salón, como sacar punta a los lápices, o hacer encargos para el docente. Es ayudarle a
drenar csu necesidad orgánica y kinestésica de moverse.
Una buena estrategia puede ser el ubicar al niño con TDAH al frente del salón, y
lejos de distractores como la ventana. También es positivo el descubrir en qué
es bueno y maximizar el empleo de esta aptitud. Y dentro de la jornada es beneficioso mantener
visibles las normas del aula y recordatorios específicos que ayude al niño a
ubicarse y enfocarse en sus actividades.
4.- Dirección especial para el niño: El
niño con TDAH necesita un poco más de atención. Hay que revisar su
trabajo con mayor frecuencia ya que el elogio y la gratificación inmediata son
los mecanismos que generaran los cambios positivos. Al darle instrucciones trae
mejores resultados acercarnos a él luego de dar las instrucciones generales repitiéndolas
de manera más concreta y sencilla.
5.- La relación con los padres del niño:
Los padres no son la causa del TDAH, sin embargo la educación del niño no está
sólo a cargo del maestro; el niño debe ser educado y reforzado también en
casa, brindándole el apoyo terapéutico adecuado. Además los padres deberán
tomar en cuenta que el maestro tiene a su cargo otros alumnos y que no puede
darle toda la atención a un solo niño, por lo que como padres deberán estar
atentos a colaborar con el docente
6.- Hay que conocer sobre el proceso terapéutico
del niño: La información que proporciona el maestro es esencial, por lo
que deberá enviar informaciones regulares o hablar con los padres sobre el
comportamiento del niño.
.
viernes, 29 de mayo de 2015
“EL ABURRIMIENTO Y VACÍO PSÍQUICO EN LOS NIÑOS”
En el abordaje psicológico
de niños observamos dos tipos de rebeldías muy habituales:
1) una rebeldía de tipo
oposicionista en la que niño cuestiona todo y canaliza su propia hostilidad y…
2) una rebeldía más pasiva en la que el niño
pierde el interés respecto de los estímulos del mundo social / escolar. Es una
rebeldía caracterizada por el aburrimiento, quizás no tan advertida por padres
y maestros, al no ser tan evidente como el oposicionismo activo.
De allí que en tratamiento de
niños en el contexto escolar nos enfrenta a una serie de fenómenos complejos,
en donde uno de ellos es el estado de aburrimiento y el vacío psíquico.
CONCEPTUALIZACIÓN DEL
ABURRIMIENTO
Para algunos autores el aburrimiento
tiene la característica propia de la tendencia anti-social, y hay quienes por
el contrario lo definen como un
ingrediente imprescindible de la vida,
planteando que es una emoción ambigua y
compleja. Otros autores definen el aburrimiento como equivalente de la depresión
en el niño, describiendo entonces al fracaso escolar como expresión de la depresión infantil y en
donde el aburrimiento es un equivalente depresivo.
El aburrimiento tiene dos
manifestaciones: una más ligada con el sentimiento de injusticia y humillación
y la otra con la vivencia de vacío psíquico. Esta última relacionada con
desajustes en las funciones ejecutivas
presentes en los procesos de simbolización y de vinculación.
Para los niños el aburrimiento viene asociado a un distorsionado
sentimiento de injusticia, en el que la actividad escolar y las rutinas de casa
son para él un “estar preso”; y como
están “presos” en una obligación que perciben como impuesta, estos niños se bloquean
frente a la situación del aprendizaje, mostrando
una conducta oposicionista pasiva frente
a sus adultos.
Estas conductas de oposición
pasiva, vienen acompañadas de sentimientos de vacío y somnolencia frente al estímulo escolar, pudiendo
vincularse también con una expresión corporal
de inquietud desmedida y necesidad de
salir del aula a destiempo.
CARACTERISTICAS DEL PROCESAMIENTO DEL ABURRIMIENTO (COMO
EXPRESIÓN DE LA REBELDÍA) EN EL CONTEXTO
ESCOLAR:
• Los niños se quedan
dormidos o su equivalente: somnolencia, apatía frente a la situación de
aprendizaje.
• Mecanismo de fuga: los
niños salen del aula constantemente.
• Tendencia a la violencia
con sus pares, provocación permanente
• Los niños arman peleas
entre sus pares porque fracasa el mecanismo de fuga.
Podríamos
pensar entonces que los niños están
aburridos por que les ha faltado un “un algo” que desde su autonomía,
independencia y autoestima, estimule el
interés para descubrir al mundo, por eso
observamos que los niños suelen despertar y enfocar rápidamente sus intereses hacia la realidad cuando a través del trabajo terapéutico
redescubren sus capacidades de autoeficacia y seguridad
martes, 26 de mayo de 2015
TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE Y TDAH
Los niños con TND tienen un patrón de comportamiento
colérico, violento y disruptivo hacia sus padres, cuidadores y otras figuras
con autoridad. Antes de la pubertad, el TND es más común en los chicos, pero
después tiene la misma incidencia en ambos sexos. Es frecuente esta situación
de doble diagnóstico de TDAH y TND; se estima que el 40 por ciento de los niños
con TDAH tienen TND.
El vínculo impulsivo/desafiante
Para entender por qué se da con tanta frecuencia el TND en
niños con TDAH, debemos conocer las dos dimensiones del trastorno, sus
componentes emocional y social, dice Barkley. La frustración, la impaciencia y
la ira son parte del componente emocional. Las peleas y el desafío rotundo, del
componente social.
La mayoría de los niños con TDAH son impulsivos; esto lleva
al componente emocional del TND. “En las personas con TDAH, las emociones se
expresan de forma inmediata, mientras que las demás son capaces de contener sus
sentimientos”, dice Barkley. Por eso el pequeño subgrupo de niños con TDAH de
tipo inatento es menos propenso a desarrollar TND. Los niños que tienen TDAH y
una intensa impulsividad son proclives a presentar TND.
La ira y la frustración son difíciles de manejar en un niño
con TND y TDAH, pero es el desafío lo que dispara el estrés familiar causado
por el TND. Lo sorprendente es que los padres alimentan ese desafío. Si un
padre se apresura a ceder en cuanto el niño tiene una rabieta, éste aprende que
puede manipular las situaciones enfadándose y provocando una pelea. Este
aspecto del TND es un comportamiento aprendido, que se puede desaprender
mediante la terapia conductual.
Primero el TDAH, luego el TND
Antes de abordar el TND de un niño es importante controlar
su TDAH, ya que cuando reducimos la hiperactividad, la impulsividad y la
inatención de un niño, hay mayor probabilidad de observar una mejoría
simultánea de la conducta negativista, aunque en ocasiones se hace necesario el
apoyo medicamentoso del psiquiatra infantil.
Aunque hay pocas evidencias que demuestren la eficacia de
cualquier tratamiento para el TND, la mayoría de los profesionales está de
acuerdo en que la terapia conductual tiene el mayor potencial para ayudar. Hay
muchas formas de terapia conductual, pero el criterio general es recompensar el
buen comportamiento y aplicar consecuencias de forma coherente ante actos y
comportamientos inapropiados.
Los programas de terapia conductual no empiezan con el niño,
sino con el adulto. Dado que el niño con TND suele tener un cuidador que cede a
las rabietas y conductas violentas o aplica castigos poco consistentes ante el
mal comportamiento, el niño cree que portándose mal consigue lo que quiere. Por
lo tanto, hay que enseñar a ese cuidador principal a responder eficazmente al
niño con TND. Otra parte de la formación de los padres es averiguar si uno de
los padres tiene un TDAH sin diagnosticar; un adulto afectado por el trastorno
puede ser poco coherente al gestionar la conducta del niño.
Aplicar los castigos de forma sistemática es tan sólo parte
de un programa de terapia conductual; los padres deben aprender a usar el
refuerzo positivo cuando el niño se porta bien.Lo mas importante es que
el adulto cuidador se comprometa a seguir la secuencia y pauta terapeutica. Y
aun mas importante es no esperar recuperaciones instantaneas.
Manejo del Trastorno Negativista Desafiante: algunos
consejos
1. “Di una palabra amable para contrarrestar un episodio de
ira.”
2. “Grábale cuando está despotricando y haz que luego se
escuche.”
3. “Un tercio de vigilancia, un tercio de constancia y un
tercio de estructura y orden.”
4. “¡Disciplina! Deja de ser el mejor amigo de tu hijo con
TND y empieza a educarle.”
5. “¡Mantén la calma! Cuando se esté desahogando, no
alimentes el fuego.”
6. “Tómate tu tiempo, no digas algo que luego lamentarás.”
7. “Contacta con especialistas en psicologia que te
ayuden a “entender” el TND. Eso cambiará sus vidas por completo.”
martes, 10 de junio de 2014
FACTORES NECESARIOS PARA
LA ADQUISICIÓN DE LA LECTOESCRITURA
El aprendizaje de la lectura y la escritura es uno de los aprendizajes más difíciles a que se va a someter el niño de seis años, por lo que necesita de cierta madurez en diferentes áreas para llevar a cabo dicho aprendizaje. Si no existen las condiciones psicomotoras necesarias para enfrentarlo, el escolar estará expuesto al fracaso, miedo, ansiedad, frustración que atentarán contra el éxito de su aprendizaje; no solo de la lectoescritura sino en el resto de las áreas de conocimientos.
El lenguaje escrito supera al oral en cuanto a funcionabilidad y complejidad, su base psicofisiológica es el resultado de la reorganización del mismo sistema funcional.
Está representado por dos procesos: lectura y escritura, los cuales utilizan los mismos códigos, la grafía y ambos aunque se diferencian se autocondicionan, permitiendo uno la realización del otro.
Para el aprendizaje de lectoescritura, sucede lo mismo que con cualquier otro aprendizaje, es necesario que el niño alcance una madurez, sin la cual no se puede iniciar dichas tareas. Esta madurez sería posible solo con la actualización de los factores que intervienen en la adquisición y desarrollo de lectoescritura.
Los adultos , en ocasiones cometemos el error de llevar al niño a enfrentarse al aprendizaje de la lectoescritura sin tener las condiciones para acometer dicho aprendizaje, provocando problemas al leer y escribir que contribuyen a la repitencia, al fracaso escolar y a la desmotivación por el estudio, con repercusión desfavorable en el resto de las asignaturas.
De ahí la importancia de crear las condiciones necesarias para acometer dicho aprendizaje, para lograr de forma exitosa su adquisición y desarrollo.
La estructura psicofisiológica de la escritura y de la lectura, está representada por dos niveles:
I- El nivel sensomotor que garantiza la técnica de los procesos, o sea, saber leer y saber escribir.
II- El nivel semántico que garantiza que el lenguaje escrito se convierta en una forma especial de la actividad verbal, es decir, en un medio de comunicación.
Niveles de la escritura. El primer nivel está representado por diferentes eslabones:
El análisis de la composición sonora de la palabra: distinguir o extraer los sonidos aislados, convertirlos en fonemas estables, dándole su orden y sucesión en la palabra.
Correlacionar cada sonido aislado con la grafía correspondiente: codificar la imagen auditiva en imagen visual (relación fonema – grafema).
La recodificación de la imagen visual de las letras en los rasgos gráficos correspondientes, que se realiza mediante una serie de movimientos consecutivos de la mano.
En este nivel se garantiza la copia y el dictado.
El segundo nivel, el semántico, es el que permite la realización espontánea de la escritura, respondiendo a una idea o un motivo surgido, haciendo uso de códigos semánticos, sintácticos y gramaticales.
Al principio el concepto de maduración, era puramente biológico, pero se ha analizado que este solo explica procesos fisiológicos. Sin embargo, existen otros procesos que encierran principalmente un componente psíquico, rebasando por tanto el concepto biológico y analizándose una maduración biopsicosocial (biológica, psicológica y social).
Con respecto al aprendizaje de la lectura y la escritura, es necesario que el escolar alcance una madurez, sin la cual no se pueden iniciar dichas tareas, y esta madurez sería posible solo con la estimulacion y reajuste de los factores que intervienen en la adquisición y desarrollo de ambos; y en donde las condiciones o factores que se deben desarrollar para alcanzar el nivel madurativo para la adquisición y desarrollo de la lectura y la escritura son :
- Lenguaje.
- Nivel mental.
- Perceptivo.
- Psicomotriz.
- Factores emocionales.
Cuando exista un desarrollo adecuado de estos factores, se estará en presencia del nivel madurativo necesario para la adquisición de estos procesos.
Por consiguiente ninguna enseñanza deberá comenzar antes de haberse conseguido dicha madurez, ya que supondría un esfuerzo por encima de las posibilidades reales del escolar, lo que podría provocar frustraciones, así como rechazo a las tareas escolares. Desde las etapas precedentes debe realizarse un trabajo preventivo que garantice el acceso a los códigos del lenguaje escrito.
- Nivel mental.
- Perceptivo.
- Psicomotriz.
- Factores emocionales.
Cuando exista un desarrollo adecuado de estos factores, se estará en presencia del nivel madurativo necesario para la adquisición de estos procesos.
Por consiguiente ninguna enseñanza deberá comenzar antes de haberse conseguido dicha madurez, ya que supondría un esfuerzo por encima de las posibilidades reales del escolar, lo que podría provocar frustraciones, así como rechazo a las tareas escolares. Desde las etapas precedentes debe realizarse un trabajo preventivo que garantice el acceso a los códigos del lenguaje escrito.
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